Ya han pasado más de 3 años desde que Hitman pasara por nuestra mesa de análisis con el notable Absolution. No obstante, hoy toca ser testigos de la llegada del calvo más elegante del mundo a la nueva generación de consolas por medio de HITMAN, que nos trae de paso la polémica servida en forma de juego episódico. ¿Cómo habrá sentado este formato cada vez más común al Agente 47?
A los veteranos de la saga no hace falta explicarles mucho de qué va el regreso de Hitman: asesinar y escapar. A quienes no hayan tenido nunca contacto con el Mortadelo de los videojuego toca ponerles un poco más en situación:
A lo largo de diferentes mapas tenemos el objetivo de acabar con la vida de ciertos personajes, teniendo para ello total libertad de decisión a la hora de ejecutar a nuestra víctima. Aquí simplemente hay que conseguir que palme y punto, algo que nos da total libertad para ejecutar el asesinato como queramos en base a lo que tengamos a mano, de forma que podemos acabar con su vida envenenándolo, ahogándolo en el baño, estrangulándolo por la espalda, con “accidentes” en el escenario, con un tiro en la cabeza y muchas más opciones, por lo que la libertad de acción es realmente alta, algo que hace que cada escenario tenga una rejugabilidad bien alta para intentar cumplir la misión por otros métodos. Además, a todo ello hay que sumar las conductas de cada personaje, por lo que podemos tener que esperar a que vaya a una reunión para tener una oportunidad mejor de asesinato.
No obstante, no solamente hay que tener en cuenta al objetivo, sino al resto de personajes de cada escenario, ya que podemos noquearlos para robarles sus vestimentas y así poder acceder a zonas inacesibles para un calvo de traje. Un buen ejemplo es el de los guardias de seguridad, ya que si nos ponemos uno de sus uniformes podemos ganar acceso a zonas más importantes del nivel. Obviamente, no todo es tan sencillo, ya que si un NPC ve algo sospechoso, como puede ser a tí estrangulando a otra persona, un cuerpo semidesnudo tirado en un pasillo o no les convence tu disfraz pueden empezar a darte caza, por lo que la clave está en la discrección y ocultar los cuerpos que vayamos aturdiendo o bien en armarios o en habitaciones menos transitadas.
A todo esto hay que sumarle el tamaño de los mapas y sus detalles. En el caso de París, el nivel de este episodio, nos encontramos un palacio y sus alrededores como escenario a jugar, donde no faltan para nada los detalles en cada una de sus numerosas habitaciones: cocinas repletas de camareros, público en medio de una fiesta, un bar repleto de gente, zonas VIP con seguridad hasta arriba… ¿El resultado de todo esto? Pues uno de los sandbox por niveles más impresionantes que hemos visto donde la libertad de acción y movimiento se luce por todo lo alto.
A parte del modo historia contamos también con los contratos, un modo donde podemos modificar los objetivos de cada una de las misiones del juego para luego guardarlas como nuevos niveles y compartirlas vía online. No solamente resulta tan sencillos de hacer los contratos como marcar a los objetivos con un botón en una partida y matarlos, sino que también se tendrá en cuenta tanto la ropa como la arma con la que hagamos el asesinato, por lo que podemos crear algunos desafíos realmente interesantes. Como pega de este modo está el hecho de que solamente contamos con los mapas del modo historia, por lo que quienes ya los tengan calados igual les sabe a poco este modo.
Pasando a temas técnicos no vemos un salto precisamente enorme en lo que se refiere a gráficos respecto a Absolution, aunque los detalles de los escenarios ayudan a que éstos entren por los ojos de forma bastante sencilla. Por otro lado el apartado sonoro nos mete de lleno en la acción y la tensión con su banda sonora, aunque se echa de menos el doblaje en español, ya que para esta entregan han tirado de las voces inglesas originales (tranquilos, hay textos en castellano).
Cabe destacar que la versión a analizar ha sido la de PC, donde con un equipo potente (GTX 970, 8GB de RAM y un i5) se ha tenido que bajar la calidad a media para poder disfrutar del juego sin ninguna bajada de frames incluso en los escenarios más saturados de detalles. Además, durante la fase de París ha habido momentos en los que el juego se ha cerrado a causa de falta de memoria en éste, aunque a falta de saber si ésto se debe al juego o a los drivers de la tarjeta gráfica no queremos meternos más en el tema.
Otra pega de HITMAN, y esta ya a nivel general del juego (incluso en todas las plataformas) es la necesidad de estar conectado a Internet en todo momento, incluso durante las misiones de la historia. De esta manera, si estamos viciando y de repente nos quedamos un instante sin conexión automáticamente se nos echará de la partida al menú principal, algo que la verdad puede de sacar de quicio a quienes no tengan una conexión 100% estable.
Y ahora vamos a por la gran incóginta: la duración. Este primer capítulo de HITMAN se queda finalmente compuesto por tres niveles de tutorial y París. Si encima tenemos en cuentas que las fases de aprendizaje ya estaban en la beta nos quedamos con solamente un escenario novedoso jugable respecto a la fase de pruebas, pecando el juego al final de escased de contenidos aun tratándose de un capítulo independiente. Eso sí, la rejugabilidad de estos escenarios y los distintos objetivos y desafíos a conseguir en cada uno de ellos ayudan a que este punto no dañe tanto el concepto total de esta primera entrega.
Este primer capítulo de HITMAN nos deja con un título lleno de mecánicas sólidas, divertido y con una rejugabilidad envidiable. Por desgracia, este primer episodio se queda realmente corto (en unas 3 horas puedes haber superado todo los mapas al menos una vez). Aquí ya dependerá de cada culpable exprimir las diferentes maneras de cometer los asesinatos para compensar esta falta de fases. Eso sí, hay muchas ganas de ver el juego completo para ver si con todos los capítulos estamos ante un juegazo completo en todos sus sentidos.
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