Segundo plato de zombis, bio-terrorismo a gran escala y una pizca de nostalgia, por favor. O lo que es lo mismo, la remasterización de Resident Evil 6.
Resident Evil 6 vuelve a la palestra en forma de remasterización para la nueva generación de consolas, y no es de extrañar teniendo en cuenta la expectación que está generando Resident Evil VII. Bueno, culpables, vamos a darle un buen repaso a fondo, tanto como remaster como juego en sí.
UNA REMASTERIZACIÓN CON DOS CARAS.
En primer lugar, analicemos el remaster como tal, es decir, las diferencias de esta edición con el juego original lanzado en 2012 que, la verdad sea dicha, no son muchas.
¿Es un buen remaster? Pues depende de cómo lo miremos. A nivel gráfico o de rendimiento en general, que es lo que normalmente busca mejorar una remasterización, no se aprecian mejorías dignas de mención sinceramente, por lo que desde este punto de vista es un auténtico chasco.
En las texturas apenas se nota mejoría, un suavizado muy tímido y una resolución ligeramente, pero que muy ligeramente mejorada. Es cierto que, respecto a las ediciones de PS3 Y Xbox 360, se nota una mayor fluidez de movimiento, aunque no demasiada, y unos tiempos de carga bastante reducidos. Pero no nos engañemos, esto no significa que sea un buen remaster a nivel técnico, de hecho, no lo es. Incluso hay algunos fallitos con el doblaje al español, en algunos diálogos se escuchan frases en inglés, aunque tengamos seleccionado el español como nuestro idioma.
Ahora pasemos al ver el lado positivo de esta remasterización, un lado positivo con dos principales características. Esta edición incluye todos los DLC que salieron para RE6; modos de juego, mapas extra para los mercenarios y algún que otro extra pequeñajo. La otra característica positiva de esta remasterización es que, teniendo en cuenta que incluye todos los DLC´s, su precio es bastante aceptable, podemos hacernos con él por 20 euros.
En definitiva, mi recomendación es que si ya tienes el juego para la generación no vale la pena comprar esta remasterización, a no ser que quieras jugar a los modos extra. Si por el contrario, no tienes RE6 en tu colección de juegos esta remasterización es perfecta para ti.
UN INTENTO DE RETORNO A LAS RAÍCES QUE NO TERMINÓ DE LLEGAR.
Resident Evil 6 llegaba a escena en 2012 con un panorama, como poco, complicado. A pesar de sus elevadas ventas, su predecesor, Resident Evil 5, había decepcionado a muchos fans de la saga y había sembrado la semilla de la duda y la desconfianza.
La sexta entrega numerada de la saga reina del survival horror se dejó ver, antes de su lanzamiento, como un retorno en ciertos aspectos a los orígenes de la saga, pero salvo por algunos elementos que buscaban llenarnos el corazoncito de nostalgia, Resident Evil 6 estaba muy lejos de volver a los orígenes.
El retorno de los zombis de toda la vida (aunque no fueran los únicos enemigos), así como el regreso de personajes míticos de la saga, Chris y Leon entre ellos, nos hicieron ilusionarnos con volver a vivir un Resident más parecido a los de siempre, pero no fue así. No obstante, sería injusto obviar que Resident Evil 6 dejó el listón mucho más alto de lo que lo hizo su predecesor, la mejoría fue muy notable.
UNA JUGABILIDAD RENOVADA.
Con esta entrega se acabó el sistema de control que habíamos tenido en RE4 y 5, la movilidad lenta y “torpe”, y la necesidad de presionar un botón para alternar entre andar y correr. Este nuevo sistema de control dio más agilidad al juego y consiguió que la acción frenética encajara mucho mejor, no como en RE5, que parecía metida con calzador.
El sistema de combate cuerpo a cuerpo también dio un cambio muy notable. Ya no era necesario dejar al enemigo aturdido para soltarle un buen guantazo o hacerle una llave al estilo wrestling. Bastaba con presionar R2 para que el personaje realizara una serie de golpes, y según la condición de nuestro enemigo podíamos realizarle diversas llaves o agarres. Eso sí, había que estar atentos a la barra de stamina, necesaria para esprintar y realizar los ataques cuerpo a cuerpo.
El sistema de curación dio otro giro radical. La mezcla de hierba tan típica de la saga sigue ahí, pero con cambios importantes. Al combinar dichas hierbas las convertíamos en pequeñas píldoras curativas, a las cuales podíamos acceder a través de un acceso rápido, sin necesidad de abrir el inventario.
Otros cambios en la jugabilidad de RE6 respecto a entregas anteriores son la posibilidad de lanzarnos al suelo mientras esprintamos, para esquivar ataques e incluso disparar desde abajo, si nos viene bien. También contamos con un modo de disparo rápido, desde la cadera y sin apuntar. Aunque esta habilidad no llega a ser extremadamente útil sí que puede sacarnos de algún apurillo tonto.
Por último, un cambio que se notó muy mucho fue la ausencia de una tienda donde comprar y mejorar armas, o vender nuestros tesoros para sacarnos unos dinericos buenos. En RE 4 Y 5 disponíamos de esta opción, y de hecho era un añadido interesante. Elegir que arma comprar o mejorar en cada momento, o desbloquear diversas mejoras de equipo hacían más entretenida la experiencia de juego.
En Resident Evil 6 conseguimos las armas a la antigua usanza, las encontramos por los escenarios que recorremos, y no podemos mejorarlas. Para suplir esta carencia disponemos de un sistema de habilidades con las que equipar a nuestros personajes, y las cuales desbloqueamos a medida que avanzamos en la aventura. Para comprarlas tenemos que emplear los llamados puntos de habilidad, que se pueden encontrar en contenedores o al derrotar enemigos.
Podemos agrupar estas habilidades en sets de 3, para acceder a ellas de manera rápida. La lista es muy larga y las hay de toda clase, desde multiplicadores de daño hasta bonificadores que aumentan nuestra probabilidad de hallar objetos. Pero al menos yo sigo prefiriendo poder comprar y mejorar armas.
La entrada Resident Evil 6 HD – Análisis PlayStation 4 aparece primero en GuiltyBit.