Los usuarios de PC y PS4 llevan años disfrutando de las bondades de Armello, pero ahora, los culpables de Xbox One (entre los que me incluyo) se unen al club. Armello, una suerte de Juego de Tronos con animales gigantes, llega a la consola de Microsoft para que podamos desplegar todo nuestro arte de la lucha y la política. Veamos qué nos ofrece.
Pongámonos en situación: Armello es un reino dominado por el Rey León (no, Simba no, imaginamos que será su primo), pero cuando una oscura y terrible amenaza se cierne sobre sus tierras, el rey es contaminado y entra en un proceso de locura degenerativa. En ese instante, los clanes de la rata, el lobo, el conejo y el oso, maquinan para destronar al corrupto monarca.
Vale, la premisa es infantil y en cierto sentido absurda, más cercano a un cuento de bolsillo que a una historia profunda. Y nada más lejos de la realidad. Armello combina fantasía, rol tradicional y estrategia de una manera concienzuda y despiadada.
Antes de entrar en faena, es muy recomendable superar el prólogo de cada clan, ya que nos familiariza con las diversas opciones jugables. Por poner un ejemplo, el Lobo nos muestra la mecánica de combate (basada en cartas y dados de acción), mientras que la Rata nos lleva por el camino de la maquinación y el engaño. Una vez hayamos conocido a los cuatro, elegimos al que creamos que vamos a sacar más partido y empezamos.
Una vez comienza la batalla, el objetivo es claro: derrotar al rey y hacerse con la corona, y por ende con el control de Armello. La batalla tiene lugar en escenarios aleatorios, pero siempre pequeño. El desplazamiento se realiza por turnos y las casillas son hexágonos, cada una guardando elementos tales como bosques, aldeas o montañas, entre otros. El Rey, en base a la mayor cuantía de prestigio de cada clan al empezar el día, da la opción de activar dos decretos, lo que nos permite elegir eventos en el mapa o la mera obtención de dinero. Es conveniente intentar tener siempre la mayor cantidad de prestigio para que esta ventaja táctica no vaya a caer en manos rivales.
El castillo del león se encuentra siempre en el centro del mapa, y suele estar custodiado por guardias. Nuestra estrategia debe basarse en lo que haya a nuestro alrededor (montañas, bosques, ciénagas, aldeas…), nuestras posibilidades de movimiento, y las de nuestros rivales. Las partidas tiene un tiempo limitado, y eso hace que la presión sobre las decisiones sea alta. Más de una vez nos veremos renunciando a misiones interesantes y con recompensas jugosas por que el coste del desplazamiento es demasiado elevado. Debemos tener una mentalidad de adaptación, ya que la aleatoriedad de los eventos puede hacer que nuestro plan se vaya al garete.
El combate, como antes se ha dicho, se basa en cartas y dados de acción. Estos últimos indican cuantos movimientos tenemos tanto defensivos como ofensivos. Aquellos clanes que sean menos duchos en combate, sacarán más partido de las cartas, las cuales pueden usarse para engañar o mejorar características. Las cartas son el elemento más divertido del juego, ya que expanden las posibilidades estratégicas hasta la estratosfera. Pero además, nuestra suerte en el combate puede variar incluso si se desarrolla de día y de noche, ya que el tiempo afecta de determinada manera a nuestro clan.
Para acabar con el rey (que es a lo que hemos venido), podemos seguir varios caminos. La opción más rápida es acumular armas y cartas e ir de frente a por él, en un combate muy complicado (si tu clan no es de corte ofensivo, ni te lo pienses). Otra idea se basa en la recolección de unas piedras especiales (cuya ubicación en el mapa es aleatoria) y llevarlas al castillo. Y si, podemos esperar a que el rey se muera y reclamar el trono. Estas dos opciones son más propias de un clan focalizado en la política, el engaño y la estrategia en la sombra. Y, para el gusto de este redactor, es la forma de sacar más partido al juego.
Armello cuenta con un modo multijugador. En aspectos generales, es lo mismo que jugar contra la máquina pero con turnos más largos, como era de esperar. Un punto a favor de League of Geeks (estudios desarrollador) es haber tenido la idea de que la CPU se encargue de los clanes que sean abandonados cuando la batalla esté acabando y el ganador sea más o menos claro.
Gráficamente, Armello no destaca en nada, pero es un apartado correcto y bonito. Se achacan varios fallos, como la imposibilidad de ver el mapa completo o el constante efecto enfoque. No es algo realmente molesto, pero si algo a lo que debemos acostumbrarnos. El apartado sonoro no se aleja de la musica épica medieval, que casa estupendamente con la acción.
Armello es un divertido juego de mesa que parte de una perspectiva algo infantil, para plasmar todo el arte de la estrategia y la acción en la época medieval. En el horizonte, miles de posibilidades en escenarios aleatorios pequeños. Las batallas, que no suelen pasar de la hora de duración, exigen una capacidad de adaptación como pocas veces hemos visto. Su fallos gráficos no empañan una experiencia entretenida y compleja. Los controles están perfectamente adaptados al mando de Xbox One, sin echar en falta el teclado de PC. A los fans del género les encantará y aquellos que no lo son, descubrirán en las tierras de Armello un motivo para serlo.
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