Nitroplus Blasterz: Heroines Infinite Duel, el juego para PS4 del que, a continuación, podéis leer su análisis, es un juego de lucha en 2D cuya principal característica es que está protagonizado por luchadoras de distintos mangas y animes, además de otros juegos de las distribuidoras Nitroplus y Marvelous.
Y es en esa característica donde comienza y finaliza la gracia del juego. Pero antes de dar una sentencia clara, empecemos por el principio.
Como he dicho arriba, el núcleo del juego es bien visible y claro. Es un juego de lucha en 2D de lo más clásico posible cuyos personajes son chicas anime. El problema comienza con el primer punto, y es que como juego de lucha va muy justito.
En un buen juego de lucha lo primero que deseas encontrar es muchos personajes, variados y con distintos movimientos y gran variedad de combos. Además de un control perfecto y una línea de dificultad apropiada para jugar. Como se suele decir: ‘fácil de jugar y difícil de dominar’. Digamos que esas podrían ser las columnas principales de cualquier juego de lucha.
Este título no tiene ninguna de ellas.
El número de personajes, en principio, no está tan mal. Un total de 12 chicas más 2 que conseguirás tras desbloquearlas. Además todas ellas con ataques propios y ‘movimientos únicos’. En principio se podría mantener. El caso es que a la larga la escasa variedad frente a otros títulos del mismo género se nota, ya que es la principal fuente de diversión.
(Todas las luchadoras)
Unos buenos puntos en esto, no obstante, son las luchadoras de apoyo y el equilibrio. Poco a poco en los videojuegos de lucha, desde un tiempo a esta parte, se está implementando la posibilidad de elegir personajes que te ayuden en un momento concreto. Ya sea dando vida, haciendo un ataque por la espalda, o librarte de algún apuro.
(Todas las luchadoras de apoyo)
Con respecto al segundo punto, el equilibrio, cabe decir que está muy bien conseguido. Ninguna chica se siente más fuerte que otra. Y eso anima a elegir la de tu anime favorito o a la que te guste más por el número de ataques. Pero es ahí donde viene el segundo gran problema.
Antes de entrar a lo que más chicha tiene, me gustaría nombrar la cantidad de modos de juego y de posibilidades que tendremos como excusa para simplemente moler a palos. Bien. Ya está. No hay absolutamente nada innovador. Un modo historia muy simplón. Al uso de los juegos de lucha. Pero además el hecho de tener personajes sacados de animes y mangas no ayuda.
No esperéis nada de la historia. Es así de simple. Es un modo donde pelearemos 10 veces en una línea de dificultad absurdamente trazada (como en la mayoría, dicho sea de paso). Los tres primeros combates harás perfect aunque sea tirando el mando contra el suelo. Y a partir del cuarto te costará horrores ganar. El último sencillamente es mejor que te rindas.
Pero quitando el simple y soso modo historia, tendremos también un modo versus (contra la CPU o amigos), un modo online, un modo práctica y un modo que se desbloqueará al finalizar la historia, con muchas similitudes entre este último. Como vemos nada nuevo, lo más simple y requerido para que un juego de lucha no de vergüenza ajena. Correcto de momento.
Ahora bien, como he dicho, de personajes puede ir relativamente decente, en un principio y si queremos ser básicos. El problema son los ataques y los combos. Y al decir combos estoy siendo generoso. Me explico.
Hay tres tipos de ataques básicos. El ligero, el medio, y el fuerte. Por otro lado tenemos el ataque cargado. Los tres primeros simplemente realizan un golpe. Uno. Siempre el mismo. Da igual que rompas el botón con el mismo golpe, siempre será el mismo. Y cuando trates de hacer combinaciones usando los tres tipos verás que se repite siempre el mismo golpe, sin realizar ningún combo.
Es cierto que con las direcciones puedes modificar los golpes en cierta medida y darte más libertad. Pero ciertamente, el número de combos real es inexistente. Gustaría ver algún tipo de cadena de golpes para sentir realmente que es un juego de lucha. Pero no la verás. Lo más elaborado que podrás lograr será encadenar dos golpes, uno hacia arriba y darle otro en el aire. Y muy pocas veces, además.
Pero claro, no es el primer juego en el que pasa esto. Tekken y Soul Calibur, por ejemplo, son títulos en los que los combos son esenciales. Pero otros de gran calidad igualmente como Mortal Kombat o los de Naruto no prestan tanta atención a las largas cadenas de golpes. ¿Por qué? Porque tienen ataques especiales. Una demostración de superpoderes que suele quedar muy bien y da sabor a cada personaje y a cada batalla.
Este título también tiene. Pero su presencia es testimonial. Cada personaje tiene un número muy limitado de estos golpes. Además, tampoco es que sean la salvación ni la marca de un personaje. No es el Kamehameha de Goku. No es el Hadouken de Ryu. No es el Rasengan de Naruto. Es lanzarse al suelo mientras disparas con un revólver o tirar un mechero que explota. Lástima.
Y además, junto con esto salta el que, para mí, es el gran punto negativo de este juego.
He estado dudando hasta el último momento de escribir este análisis de si titular a esta parte ‘el control’ o ‘asesinato a gran escala’. En un juego de lucha más que en cualquier otro es absolutamente fundamental que el control sea perfecto. Este título no cumple esa regla.
No solo los ataques especiales requieren un innecesario movimiento exagerado de dedos. Como ya he dicho, no es como Tekken que tiene infinitos combos cada personaje, cada cual más complicado. Aquí hay tres golpes y unos 4 o 5 ataques especiales. Pero para poder realizarlos tendrás que apretar perfectamente una serie de botones innecesariamente larga.
Pero además es que el control es simplemente errático. Más de una vez aporrearás el botón de ataque ligero para poder golpear rápido y la chica se quedará mirando a los ojos de la otra como si la fuera a invitar a un helado en cualquier momento. Y más de una vez querrás saltar tras mandar por los aires a tu rival y simplemente se quedará en el suelo golpeando a la nada.
(Sudarás sangre para conseguir lo de este vídeo)
Sin duda un gran punto a mejorar. Si tenemos poca cantidad de combos, pocos ataques especiales, pero además a la hora de hacerlos tenemos que sudar tinta para que al final puede que no salga lo que queremos…. sinceramente, pierde la gracia cualquier juego de lucha.
No obstante, no todo es negativo. Y el caso es que este juego tiene un punto destacable que llevamos diciendo todo el análisis. En efecto. El mundo del manga y del anime.
Y es que si eres un aficionado del mundo del anime sin lugar a dudas tendrás un buen rato con tus amigos. En este juego encontraremos a gente como Muramasa (de Full Metal: Daemon), a Saber (de Fate/Stay Night) o a Tsunemore Akane (Psycho Pass). Pero claro, entre que la mayoría son de apoyo y que tampoco hay mucha cantidad… Algo es algo, al menos.
Y al menos, ese algo es bastante. Ver en la pantalla con una estética anime a algunas de tus personajes favoritas de anime resulta bastante divertido. Aunque cabe destacar que el diseño jugable de las luchadoras cambia un poco con respecto al de los anime. Previsible, por otro lado.
Nos queda el deleite visual de, al menos, los efectos en el combate. Un festival de colores y fuegos artificiales con cada torta que hacen que se vean poco las caras deformes de las chicas. Eso y la fluidez del movimiento (tristemente lastrada por el pésimo control) hacen que se vea un buen espectáculo visual en cada batalla. Y debajo de esa piel deforme se esconde un personaje que conocemos y nos gusta, así que no hay mal que por bien no venga.
Y antes de pasar a las conclusiones unas pequeñas referencias y curiosidades sobre el sonido. Supuestamente el juego está en Inglés, pero vas a escuchar mucho más Japonés que otra cosa. Y claro, la capacidad de los japoneses para hablar en Inglés es ampliamente conocida por todos…
Por otro lado, las canciones y la banda sonora son escasas. Muy típicas de un juego de pelea. No te sorprenderá nada y quizá te llame la atención alguna canción (como el opening) de los anime. En cuanto a efectos de sonido, nada reseñable, correcto.
Nitroplus Blasterz Heroines: Infinite Duel Below es lo que es. No podemos pedirle más a un juego pensado para recreativas. Y se nota que esto es simplemente un port de esas máquinas recreativas que tanto triunfan en Japón. La escasez total de personajes, escenarios y ataques está más bien pensado para un par de partidas con amigos en un salón recreativo antes que como un buen juego de lucha de consolas.
La comparación de este juego con Dead or Alive para mí es evidente. No es un buen juego per se. Tampoco quiere serlo. Simplemente hace uso de su característica (la de Dead or Alive es ampliamente conocida por todos), el anime, para resultar atractivo.
¿Pero a cambio de qué? A cambio de utilizar de una manera poco ética a las chicas de los animes para llamar la atención. Está clara la jugada. No se buscaba en ningún momento el hacer un buen juego. Se buscaba hacer un juego ‘enseñando’ a las chicas. Eso podrá servir con otros, pero en mi caso, me ha sentado peor. Evidentemente, en el 90% del anime las chicas están excesivamente sexualizadas y en muchas ocasiones se las usa como una herramienta de marketing. Era previsible que sucedería lo mismo con el videojuego.
A los hechos me remito
Este juego no es para todo el mundo. Primero te tiene que gustar el género lucha (algo complicado en estos tiempos) y después te tiene que gustar el reducido número de animes y mangas que componen este título. Si es así, quizá puedas pasar algunas horas divertidas y de risas con tus amigos. Pese a la nota, como juego de lucha es correcto. Tiene fallos y bastante falta de profundidad. Pero si el anime ni te va ni te viene quizá sería mejor dejarlo correr.
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