Bandai Namco nos trae un nuevo juego de rol táctico junto a NIS America, llamado Stella Glow, del que os hemos preparado un sesudo análisis, y que nos va a tener entretenidos un montón de horas con un sistema de batalla bastante interesante, aunque con una historia y unos personajes muy arquetípicos y planos.
Ya os adelanto que Stella Glow no va a destacar ni por ser el mejor TRPG que nos echemos a la cara ni muchísimo menos tampoco el peor, aunque tiene unos puntos fuertes más que destacables, y que, pese a todo ello, lo convierten en el mejor juego de este estilo que hemos probado en mucho tiempo.
Stella Glow nos sitúa en un mundo en el que no se puede cantar. No porque esté prohibido, sino porque realmente no se puede. Tan solo las brujas (witches en el juego, ya que está en inglés), pueden hacerlo, pero cuando entonan las notas, poderosos hechizos salen a la luz.
Y esta lección la aprendemos muy rápido con el protagonista, Alto, que verá cómo una bruja malvada, Hilda, destruye su pueblo y a su familia y huye cuando intenta asesinar a la recién aparecida Lisette, la bruja del Agua.
Todo esto se nos cuenta en un prólogo que se asemeja más al primer capítulo de un anime cualquiera que sirve para colocarnos en un mundo muy típico de las historias animadas japonesas y que, a la vez, peca de todos sus contras.
Nos vamos a encontrar con personajes más que típicos y tópicos, con la chica que no es consciente de su poder, el jefe de la guardia sabio y tranquilo, el caballero legal bueno, el ladronzuelo y bribón, la protectora infantiloide y tontorrona, la mujer chulesca, el que se hace el tonto y no lo es, la chica que no muestra sus emociones y, cómo no, al protagonista, que ni bebe, ni busca chicas ni antepone nada a su deber
Los acontecimientos en la historia, además, se irán sucediendo sin que realmente nos sintamos sorprendidos en casi ningún momento, con una trama simplona y que carece de mucha lógica en la mayoría de los momentos y que, además, no está acompañada por unos personajes carismáticos e interesantes, ya que pese a tener unas personalidades marcadas, no las desarrollan en absoluto.
El ritmo del juego es bastante correcto y se dividirá entre el tiempo de misiones, el obligatorio y pasillero, y el tiempo libre, que nos dejará algo de libertad… aunque muy entre comillas, porque es bastante sosa. Por ejemplo, podremos coger misiones secundarias o explorar zonas, pero simplemente será una mini escena con un fondo plano y tirando millas. Es de lo más decepcionante que tiene el juego.
Así que, si lo que andáis buscando es un juego que os deje con el culo torcido en cuanto a historia se refiere, iros despidiendo, porque Stella Glow no es ese juego, aunque tengamos muchas líneas de texto que leer, y en inglés además.
Pero si nos vamos adentrando en el sistema de juego del título, nos llevamos una grata sorpresa, ya que está bastante conseguido. Stella Glow mantiene los pilares básicos de un RPG Táctico, como Final Fantasy Tactics, Fire Emblem o Tactics Ogre, donde cada movimiento debe de estar bien pensado, pero le añade elementos nuevos e interesantes.
En nuestro turno, que se decide según la velocidad de los personajes, podremos atacar y movernos en el orden que queramos. Una vez terminemos, deberemos de decidir en qué posición quedarnos ya que los ataques por los flancos tienen mayor precisión y los que pillan por la espalda, además, hacen más daño.
Cada personaje en el título es tan distinto como único, y nos servirá para una cosa bien distinta. Los chicos irán haciendo las veces de las unidades de cuerpo a cuerpo o más guerreras, por así decirlo, mientras que las chicas (las brujas), serán las más débiles en cuanto a físico se refiere, pero las que pueden realizar ataques mágicos muy poderosos.
La progresión de nuestros combatientes tiene dos ramas. Por un lado, las técnicas y los hechizos los iremos aprendiendo por nivel, sin dejarnos demasiado pie a la personalización, algo que, en este tipo de juegos, es bastante importante. La otra rama es la de las habilidades pasivas que iremos consiguiendo con vínculos sociales.
La subida de nivel es un elemento muy importante ya que puede ocurrir en el mismo campo de batalla y durante la misma, haciendo que nuestro HP y SP se recuperen inmediatamente al instante, algo que nos puede salvar la vida en caso de no disponer de magia o curaciones en ese momento, ya que el SP no se recupera y solo podremos llevar dos objetos por personaje a la batalla. Una vez los gastemos, se acabó.
Por último, hay un tipo de ataque, por así llamarlo, que es el verdadero protagonista del juego, y son las canciones. Como os he contado, las brujas son las únicas que pueden cantar en Stella Glow, y con ello hacen poderosos ataques o hechizos. Pues bien, Alto, cuando actúa junto con una de las brujas que iremos encontrándonos en el camino, será capaz de conseguir estas poderosas canciones que variarán el efecto dependiendo de quién las haga y su área de efecto será todo el mapa. La de fuego dará más fuerza al grupo, la de agua curará y, bueno, la de tierra invocará ovejas que hacen que el enemigo se duerma. Muy lógico todo.
Lo útil de estos hechizos es bastante obvio pero también tiene u contra, mientras estén haciendolos no podrán realizar otra acción, y eso les dejará tres turnos vendidos.
Si hay que ponerle algún pero es la inteligencia artificial que, aunque no es que sea demasiado difícil, suele hacer lo que se supone que va a hacer, sin sorprendernos demasiado o pillarnos por sorpresa. Muchas veces será la cantidad de enemigos la que haga que la dificultad sea alta, más que su estrategia.
Todo esto, en conjunto, funciona muy, pero que muy bien, y los ataques tienen cada uno una animación al estilo chibi que se activa cuando ejecutamos el comando. Podremos elegir que estas animaciones no se vean, porque al final nos cansaremos de ellas, sin embargo, Stella Glow no tiene animaciones apenas en el mapeado, por lo que los ataques que hagamos simplemente se verán reflejados por un efecto de impacto… y poco más. Ya se lo podían haber currado algo más, sinceramente.
Eso sí, las canciones y algunas acciones como ataques especiales no te dejarán quitar estas animaciones, así que ármate de paciencia, porque aunque las primeras veces mola, luego no tanto, porque cortan el ritmo de la batalla y además son… hasta ridículas y casi más dignas de un juego estilo Hatsune Miku que un táctico.
Pero vamos a la parte controvertida ya que Stella Glow peca bastante de infravalorar el sexo femenino. Podréis decirme que cómo se me ocurre decir esto si las chicas son las únicas que son capaces de hacer hechizos y ser brujas. Pues precisamente por eso.
Las chicas son las únicas que pueden ser brujas, con todo lo que ello conlleva. Pero lejos de ser algo que les haga ser únicas, las convierte en objetos con trajes ridículos y con poca tela al servicio de Alto, el protagonista, que además tendrá la “misión” por así decirlo, de ligarse a una de las que nos iremos encontrando.
Esto se hace mediante un sistema de tiempo libre que nos permitirá mejorar nuestros vínculos con el resto de personajes, al más puro estilo Fire Emblem o Persona, lo que pasa es que nada de lo que veamos ahí será demasiado interesante o profundo, y dejará en evidencia la falta de personalidad de los distintos protagonistas y secundarios de la historia.
Eso sí, casi que estamos obligados a hacerlo porque, en el caso de los combatientes, nos permitirá desbloquearle habilidades latentes, tanto para el personaje como para el grupo o adyacentes. Pero en el caso de los no combatientes también, porque mejoraremos los items que nos dan en las tiendas, los precios y alguna que otra sorpresilla.
Por lo demás, no sirve para mucho, más que para dejar en evidencia a las chicas, que, como os digo, son casi mascotas de Alto que, sin querer hacerlo, las trata como le viene en gana. La dura, la simpática, la infantil o la insensible. Todas estarán representadas en este harem particular en el que se convierte Stella Glow. Al menos para Alto.
Para terminar, el apartado técnico es casi de lo mejor que tiene el juego, junto con el sistema de batalla. Los diseños de los personajes, si bien son bastante tipicones, no dejan de ser detallados y bonitos, aunque personalmente hay algunas brujas a las que directamente tiraría a la hoguera… por feas.
Los escenarios también están muy cuidados, aunque la mayoría de ellos aparecen como fondos de pantalla estáticos en los que apenas interactuamos. Solo sirven para las escenas que se desarrollan y que nos van contando la historia y que, sinceramente, muchas veces podrían haberse currado algo más. Incluso aunque fuese en los escenarios 3D de los mapas.
Hablando de esto, hay que decir que los mapeados también están cuidados, aunque sí es cierto que son muy repetitivos entre ellos. Cambian algunos detalles, pero las batallas aleatorias no tienen nada de aleatorio, ya que tanto los terrenos de combate como los enemigos están siempre situados en la misma zona.
El punto fuerte llega con la banda sonora. Stella Glow tiene muchas canciones, y es algo lógico ya que, al fin y al cabo, las brujas basan su poder en eso, y la verdad es que son bastante pegadizas. Y no solo las canciones de los hechizos, sino también las de batalla, algo que hay que cuidar mucho en este tipo de juegos, ya que vamos a pasar mucho tiempo escuchándolas en bucle.
Sí, es cierto que son bastante típicas de anime de aventuras, son embargo, no serán una o dos las que se os queden pegadas, y como es mejor una muestra que mil palabras, aquí os dejo uno de mis temas favoritos de batalla.
Así, en definitiva, Stella Glow es un juego que cumple con las expectativas de combate, pero que se queda a medio camino en historia y que peca de dejar a las chicas en un lugar demasiado bajo en la escala evolutiva, por desgracia.
Si no nos interesa demasiado la trama y lo que queremos es combatir, el sistema de batalla, pese a estar bastante poco abierto a personalizaciones, más allá de cambiar de unidades, nos ofrece un sinfín de posibilidades y de horas de entretenimiento. Sin duda alguna, y a falta de que lleguen títulos como Fire Emblen Fates, es el mejor RPG Táctico que nos hemos echado a la cara en mucho tiempo.
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