Bandai Namco y NIS America nos siguen trayendo juegos de rol a nuestro territorio a base de bien, y lo que suele ser más impactante, que nos llegan para PlayStation Vita, como este nuevo Legend of Heroes: Trails of Cold Steel, que nos llega en un perfecto inglés y con una mezcla de ideas bastante curiosas.
Podríamos decir, en ese sentido, que el juego tiene un poco de títulos tan conocidos como Final Fantasy Type-0, Persona, Atelier, Arc Rise Phantasia y, en consecuencia, Final Fantasy VII. Ahora os explico el porqué de esta amalgama de conceptos en un solo juego y, ante todo y sobre todo, si consigue hacer que ésta funcione bien.
La manía de los japos de hacer de la guerra un instituto
Legend of Heroes: Trails of Cold Steel es el primero de los juegos de una nueva subsaga dentro del universo de Nihon Falcon de Legend of Heroes y se centra en las aventuras y desventuras de un grupo de alumnos de una Academia Militar que más bien parece sacada de Física o Química. Vamos, el concepto de “la guerra es súper chachi y me lo paso teta con mis amigos mientras estudiamos cómo matar enemigos”, que tan manido está en las historias japonesas, como Final Fantasy VIII y sus jardines.
Nuestros protagonistas tampoco es que sean precisamente el remate de los tomates de la originalidad, con un personaje arquetípico de paladín (Rean), o sus compañeros de la clase de “élite” Clase VII, como la maga listilla y tímida, el noble prepotente pero de buen corazón o la chica bestiaja a la que es mejor no cabrear. Como veis, un concepto bastante parecido al de la Clase Zero de Final Fantasy Type-0, aunque con menos sangre, sudor, lágrimas y muertes de chocobos, la verdad.
La aventura comienza casi en nuestro ingreso, y nos llevará de la mano mucho tiempo (muchísimo), mientras nos van explicando muy poco a poco los pormenores del juego, tanto en cuanto a jugabilidad, como en cuanto a personajes y territorios, dejandonos “libertad” en un momento bastante avanzado del juego.
Esto, que puede parecer algo malo, realmente no lo es tanto al final, ya que en vez de presentarnos un mundo (algo conocido por los fans de la saga, aunque no en profundidad) y unos personajes de golpe, nos va dando detalles de todos y cada uno de ellos poco a poco.
Eso sí, en cuanto empecemos a jugar no podremos dejar de comparar el título con Persona, ya que desde el avance del tiempo, a modo de calendario y día tras día, hasta los vínculos que tendremos que hacer con los personajes, en forma de eventos especiales que nos consumirán tiempo, serán el pan nuestro de cada día, aunque irán viniendo poco a poco y escalonadamente en forma de días libres, trabajos de campo, exploraciones libres y alguna que otra sorpresa.
Por desgracia, este sistema de “afinidad” y desarrollo del personaje no es ni muchísimo menos tan profundo como el del juego de Atlus ya que si bien cada X tiempo podremos darnos un garbeo por nuestro “instituto” y hablar con todos los personajes, principales o secundarios, para conocerlos un poco mejor, nunca estarán abiertas todas las posibilidades, sino que tendremos que elegir dentro de unas opciones bastante limitadas.
Para lo que sí tendréis que estar preparados es para leer mucho y encontraros muchas situaciones “cotidianas”. Conocer nuestro institudo o academia, vaya, a la gente, ver secuencias, la trama o incluso escenas absurdas, son muy necesarias para que empaticemos con el entorno y, sobre todo, con los personajes. Y ya os digo que se agradece para
Un sistema de batallas por turnos que funciona
Además de esta parte más anime o novela gráfica, por así decirlo, Legends of Heroes: Trails of Cold Steel es un JRPG, y por lo tanto, una parte importante del juego son sus combates y progresión de los personajes.
En este sentido, volvemos a encontrarnos con un juego de rol por turnos donde podremos elegir con bastante libertad entre los personajes que nos ofrece el título y que irán aumentando conforme avancemos. Además, también tendremos un abanico bastante curioso para personalizarnos gracias a su sistema de Quarz y orbes.
Es aquí donde las similitudes con Arc Rise Phantasia y Final Fantasy VII aparecen, ya que es imposible no acordarnos de las Materias de esos juegos, aunque en este caso contaremos con algunas diferencias.
Cada uno de los personajes poseerá un Quarz Maestro, es decir, uno que subirá de nivel con nosotros y nos otorgará una serie de beneficios y habilidades. Además de esto, nos permitirá engarzarle distintos orbes que serán los que nos concedan las artes y las mejoras o habilidades de soporte para nuestros personajes, que usarán, sobre todo, los EP (o puntos de magia).
Evidentemente, cada uno tendrá una predisposición a tener un rol, como tanque, dañador o curandero, ya que a parte de estos orbes que podremos darle libremente a cada uno, nuestros protagonistas aprenderán crafts, que son técnicas que solo ellos conocerán y que se manejan con otros puntos, los CP, que serían algo así como las técnicas.
La parte más novedosa en esta entrega de la saga son los Links, que nos permitirán hacer diferentes técnicas combinadas entre los personajes que estén vinculados en el momento de la batalla que los usemos. Podremos cambiar estos links en cualquier momento y nos darán soporte según el nivel del vínculo que tengamos con dicho personaje.
¿Y cómo se mejoran estos vínculos? Pues a lo bruto, es decir, peleando juntos, o a lo “Persona”, es decir, tomando café, jugando a las cartas, hablando del tiempo o tirándole los tejos a los otros personajes.
También habrá posibilidad de alterar el orden de los turnos con ataques especiales, magias, o uso de objetos, lo que le da un componente estratégico al combate importante. Bueno, eso y el poder movernos por el escenario para colocarnos y pillar a nuestros enemigos por sorpresa.
El conjunto en sí es algo que parece bastante complejo pero que luego resulta no ser tan profundo como los “originales” de los que bebe. Pero no os toméis esta afirmación a mal. Si todo fuese tan detallado, seguramente el juego acabaría cansando o siendo demasiado espeso. Por suerte no es así, y la combinación de los toques que dan todos estos elementos es algo que acaba enganchando y que nos da la suficiente libertad para elegir ciertos caminos y posibilidades.
Técnicamente mejorable
El conjunto jugable del juego es muy satisfactorio y engancha más que un paquete de pistachos recién abierto, sin embargo hay algunos aspectos técnicos que, sin ser puntos negativos, sí que no están a la altura de lo que hemos hablado hasta el momento.
Gráficamente no nos encontramos ante un juego de final de generación de PlayStation 3, y mucho menos de PlayStation Vita. Escenarios vacíos y mapeados muy pasilleros contrastan, como viene siendo habitual, con el diseño de los personajes, sobre todo principales, e incluso algunos detalles, como sombras o algunos efectos puntuales que te dejan con el culo torcido. No por lo impresionantes que son, sino más bien porque no te los esperas.
Eso sí, el juego retoma ese aire a RPG antiguo, donde podías entrar en las casas de los demás y cotillearles sin tapujos aunque, eso sí, en modelados 3D y la posibilidad de rotar la cámara 360º, cosa que es novedosa en la serie.
Los tiempos de carga también son algo elevados. No llegan a la desesperación ni a ningún punto que te haga tirar la consola por la ventana, pero sí es cierto que al cambiar de mapa o comenzar una batalla, podemos estar 4 ó 5 segundos esperando a que cargue. Y esto, dado el nivel gráfico del juego, no es muy lógico, la verdad.
La banda sonora sigue el estilo de este tipo de juegos y sus melodías son bastante típicas. No destaca demasiado, pero sí acompaña y se hacen amenas y nos recordarán un poco a otros títulos del estilo, como Atelier, transmitiendo una sensación de tranquilidad en el transcurso del juego.
Y ahora que hago mención al juego de alquimistas, es muy recomendable que os toméis Legends of Heroes: Trails of Cold Steel con calma. No es un juego de acción frenética ni de jugar a saco, sino más bien de disfrutar, de leer, de pensar estrategias y de disfrutar. Además, es larguete. Bastante.
Así pues, aunque este juego nos haya llegado un par de años tarde (en Japón llegó en 2013), al menos ya está aquí, y con su secuela confirmada para occidente y con la traducción al 95%. La tercera parte, la que cierra la trilogía, está anunciada para Japón, aunque por el momento no hay ni fecha para su lanzamiento nipón. Habrá que esperar.
En definitiva, un gran juego de rol con todos los elementos que corresponde a un título japonés de estas características. Guiado, variado, anime y con batallas interesantes. Todo lo que se le puede pedir y con secuela en marcha incluída.