Análisis de Momodora: Reverie Under the Moonlight para PlayStation 4

La cuarta entrega de la saga Momodora aterriza en consolas ofreciendo un interesante Metroidvania. No te pierdas nuestro análisis de Momodora: Reverie Under the Moonlight.

Empecemos este análisis de Momodora: Reverie Under the Moonlight con algo revelador: no es un juego nuevo. Supone el cuarto capítulo de la serie Momodora, que hace un año se lanzó en Steam para usuarios de PC. Ahora llega a Xbox One y PlayStation 4, y con nuestro análisis contaremos todas las bondades de este videojuego de corte Metroidvania. Sabemos que hará las delicias de los fans del género, además de que sabe tocar la patata de los que disfrutamos con gráficos Pixel Perfect. ¡Bienvenidos al retro de actualidad!

Así a primera vista, Momodora: Reverie Under the Moonlight lo tiene todo. Más si contamos que no estamos ante una gran producción, sino ante un indie muy digno desarrollado por el estudio Bombservice y publicado por Playism. Dicho sea de paso, en su interior late el respetuoso motor de Game Maker. No es que presuma de músculo técnico pero pinta ideal para todas sus pretensiones.

Y es que hay dos puntos que merecen la pena destacar de Momodora: Reverie Under the Moonlight. El primero de ellos entra por lo ojos y es su espectacular acabado visual en 16 bits como si estuviéramos frente a una Super Nintendo o Mega Drive. Por otro lado está su laberíntico mapeado, sello de identidad de los inspirados Super Metroid y Castlevania: Symphony of the Night de los que tanto bebe.

Momodora: Reverie Under the Moonlight brilla en el catálogo indie

No cabe duda de que no encontraremos en este Momodora el GOTY de este fuertísimo 2017. Elogiablemente saca pecho como videojuego de apenas 5 horas de duración. Sin embargo, es capaz de hacernos disfrutar de una jugabilidad que nos sacará una amplia sonrisa y un vicio que otros muchos ya quisieran.

A pesar de ser la cuarta entrega de una franquicia, Momodora: Reverie Under the Moonlight puede ser atractivo para el jugador que acaba de conocer su existencia. Su historia no tiene un gran peso, pues se centra completamente en la exploración de un extenso mundo con varios caminos y accesos en cada rincón. Esto es lo que le hace tan especial, porque habrá zonas que deberemos volver a visitar conforme progresemos con nuestro personaje. Claramente y conocida por todos, es la técnica del backtracking que tan buen resultado sigue dando a día de hoy.

Hablemos de su apartado gráfico, el cual me ha parecido sublime, a falta de una palabra mejor. Las animaciones son suaves y perfectas. Con un acabado 16 bits donde cada píxel ha sido colocado con sumo cuidado de encajar con el siguiente. Aunque si se me permite, en ocasiones podría haber arriesgado con algunos efectos 3D, homenajeando más todavía a Castlevania: Symphony of the Night. Dada la potencia de las plataformas donde se ejecuta, esto se hubiera agradecido.

Momodora: Reverie Under the Moonlight tiene un nivel de dificultad muy ajustado, capaz de exigir la pericia del jugador en algunos de sus tanto jefes finales. Asimismo te mantiene vigilante frente a los ataques de cualquier enemigo.

Un mapa como este es básico en cualquier Metroidvania que se precie.

Para terminar, mención especial para sus melodías, que al igual que sus efectos sonoros, son adecuadas al estilo visual que tenemos en pantalla. Todo un derroche de arte y buen gusto que dejamos que descubras a continuación, en este escueto vídeo con nuestros primeros minutos dándole mimicos a Momodora: Reverie Under the Moonlight.

Conclusiones

Momodora: Reverie Under the Moonlight es un plataformas de acción en dos dimensiones que nos devuelve a los tiempos de Super Metroid o Castlevania: Symphony of the Night, aunque sólo sea durante sus escasas 5 horas de duración. Este espectacular indie del estudio Bombservice llega a PlayStation 4 con un aroma muy fuerte a retro y un buen gusto que te hará disfrutar de cada rincón de su laberíntico mapeado.

Sinceramente, si te gusta el género y echas de menos los tiempos de Super Nintendo, este es tu juego. Cómpralo sin pestañear porque no te va a defraudar.