Analizamos Switch or Die Trying, un juego de plataformas 2D que bebe de Super Meat Boy y que quiere hacernoslo pasar mal con su dificultad
Hace un mes, un servidor os trajo las primeras impresiones de Switch (sigue siendo un juego de plataformas, no la consola de Nintendo), y debido a su lanzamiento oficial el 7 de marzo para Xbox One y PC (Windows y Mac) he podido escarbar más hondo y comprobar si mis primeras sensaciones y experiencias se correspondían con las del producto final. ¿Queréis saberlo?, solo tenéis que seguir leyendo.
Previendo el problema que les supondría tener un juego con el mismo nombre que la nueva consola de sobremesa de la gran N, la gente del estudio Threye Interactive ha optado por retocar sutilmente el título añadiendo un ”or die trying”, muy apropiado dadas las características del título. Si habéis leído mis primeras impresiones sobre el mismo ya sabréis que Switch or die trying es un juego en 2D de plataformas bastante jodido que toma como inspiración Super Meat Boy a la hora de gestar sus mecánicas y nivel de dificultad, pero se deja por el camino la velocidad, originalidad y la perfectamente medida curva de dificultad de la que hacía gala el título de McMiller.
El abecedario nunca fue tan aburrido
En Switch encarnaremos a una letra ‘i’, la que según parece no tiene amigos por ser demasiado ególatra. Ya dije en las primeras impresiones que el chiste de que la ‘I’ (‘yo’ en inglés) es muy egocéntrica es de lo mejor que tenía el título, y desgraciadamente debo mantener mi opinión. Dicho símbolo se levanta un día, sale de un libro que es un precioso apartamento adolescente, y comienza a desplazarse por una especie de biblioteca donde encuentra libros de ciencia, guerra, historia, etc., donde encuentra a otras letras al final de cada nivel, supuestamente recuperando su amistad por…ir a donde están.
La introducción y la lógica de las letras y la aventura que viven es poco más que una fachada. Me imagino el desarrollo del juego como un androide completamente ensamblado a falta de una columna vertebral robótica que añaden a posteriori y que no encaja con nada. Los personajes de Switch podrían ser convertidos en vasos y platos, en gafas de sol o en globos y lo único que perdería sería un chiste.
Ya vemos que a nivel argumental, e incluso a nivel lógico el título se queda bastante atrás y solo ofrece ”una historia”, unos objetivos y unas motivaciones huecas para introducir el punto fuerte del juego, el gameplay.
Si amáis los retos en juegos plataformeros este juego es una opción a tener en cuenta. Como es natural estamos hablando de rebotar en las paredes, en cambiar de forma (entre una ‘i’ minúscula y una ‘I’ mayúscula) para realizar un segundo salto en el aire y activar o desactivar cosas, disparar una especie de gota de tinta para activar interruptores o romper bloques, etc. Con estas habilidades tan típicas tendremos que superar plataformas que se activan y desactivan, pinchos por doquier, cascadas de ”fuego”, lasers y demás trampas old school.
Creo que las buenas mecánicas son el futuro… ¡A no ser que las detengamos ahora!
El problema más grande que veo en su gameplay no es que todos los escenarios sean una sucesión de clichés plataformeros (no vamos a matar a nadie porque haga un videojuego de plataformas con pinchos y lasers), sino que el diseño está poco inspirado y se queda atrás con respecto al avance en algunas mecánicas en este tipo de videojuegos. ¿Que de qué mecánicas hablo?, de la fluidez de Battleblock Theater, el reinicio inmediato de Super Meat Boy o Nuclear Throne, y por supuesto, la originalidad de todos ellos. Switch a su lado parece un título cadavérico con una paleta de color digna de un tanatorio y con la gracilidad y dinamismo de un octogenario. Se hace muy tosco y pesado.
Si al menos el título presentara unos escenarios con un mínimo de relevancia o profundidad, o si hubiera alguna sensación de progresión más allá de conseguir de una a tres estrellas en cada nivel quizás la jugabilidad no se me antojaría tan terriblemente lenta y monótona, pero no la hay.
Me parece increíble que aún mantengan la canción rockera en los niveles de historia. Niveles que transcurren en Egipto. Tras jugarlo con la profundidad que me faltó en mis primeras impresiones he llegado a la conclusión de que Switch or die trying se parece más a Limbo que a su supuesta inspiración Super Meat Boy, debido a que me terminó resultando igual de siniestro que este tanto a nivel visual como al sonoro.
Conclusiones
Digo lo mismo que ya dije en su momento, si eres un ferviente amante del plataformeo difícil te puede gustar este juego; si te gusta pero tampoco te vuelve loco seguramente te chirríe sobremanera lo mal llevada que está la jugabilidad, y si no le sueles prestar atención a este género y has considerado darle una oportunidad, huye.
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