Jugar a Mount & Blade: Warband en PS4 es como tener delante una recreación histórica. Pero no lo digo por la ambientación medieval, por los asaltos a los castillos o por las batallas a caballo. Mount & Blade: Warband como una recreación histórica porque es uno de los juegos más arcaicos que he probado en mucho tiempo.
Antes de nada, datos. Este juego que salió hace unas semanas en PlayStation 4 es un port de otro que salió para PC en 2010. En dos mil diez, culpables. No probé el original, así que no sé exactamente cuánto trabajo tiene esta nueva versión o si tiene algo que realmente justifique este relanzamiento. Pero lo que sí sé es que Mount & Blade: Warband ha envejecido realmente mal. Todo se ve muy tosco, muy poco cuidado, como si hubieran tenido que hacer malabares a cada instante con el presupuesto.
El juego tiene muchos elementos de los juegos de rol más clasicotes, como un sistema de diálogos basado en texto o el hecho de que no sea un sandbox, sino que en el mapamundi nos movamos a través de un pequeño avatar. También tiene una hoja de personaje basada en puntos que se reparten en diferentes habilidades y características. Son elementos cuya implementación podría ser muy buena, pero en Mount & Blade no es el caso y lo único que hace es empantanar aún más la jugabilidad.
Hay un hilo narrativo a seguir, pero el juego pone mucho más énfasis en la experiencia que en contarnos una historia
El que las batallas no sean individuales sino en grupo desde el minuto uno, le dan al juego un toque épico que le sienta muy bien. Y, sobre esa base, el hecho de que haya diferentes unidades y diferentes formas de combatir, así como que se puedan subir de nivel y categoría a los soldados que hay en el grupo, le suma una capa de estrategia que incita a seguir jugando. Pero cuando toca enfundarse en la cota de mallas y agarrar la espada, el arco o el arma que queramos, es cuando todo el buen trabajo se cae por sí solo. El movimiento resulta tan antinatural y la inteligencia artificial es tan suicida que en los combates se acaban decidiendo por motivos que nada tienen que ver con la estrategia ni con lo que el juego querría proponer.
Un ejemplo. Cuando empiezas, lo primero que haces es un tutorial para aprender lo básico del combate cuerpo a cuerpo, del arco y las flechas y de montar a caballo. La mitad del tutorial del combate cuerpo a cuerpo lo dedican a la defensa, a enseñarte que debes tratar de predecir los movimientos del rival para así saber si tienes que bloquear un ataque que viene desde arriba, desde la izquierda o desde la derecha. Y eso está realmente bien, pero luego eso no se traduce en jugabilidad real. Como digo, la IA es suicida por lo que se lanzan hacia ti como si fueran kamikazes japoneses. Por tanto, la mecánica que uno acaba usando no es la de bloquear sino la de atacar lo más rápido posible para quitarte a los enemigos de encima. Que si, puede ser lo más correcto y realista con lo que era en el pasado un combate a espadas, pero la búsqueda de ese realismo lo único que hace es destrozar la jugabilidad. No se entiende mucho que el juego te ponga tantas zancadillas para poder pasar un buen rato con él, porque tiene algunas ideas buenas, aunque pocas.
Cuando toca enfundarse en la cota de mallas y luchar es cuando todo el buen trabajo se cae por sí solo
Y lo que más miedo me da es que los desarrolladores parecen estar bastante satisfechos con la jugabilidad en general, porque la historia en Mount & Blade brilla por su ausencia. Sí, hay un pequeño hilo narrativo que seguir y nada más empezar elegimos unos orígenes y un trasfondo, al más puro estilo Dragon Age: Origins, pero el juego pone mucho más énfasis en la experiencia que en contarnos una historia. Entonces claro, si aquello por lo que han decidido apostar no funciona, todo se desmorona.
Como aficionado al rol que soy, he intentando buscar a lo largo de todas mis horas de juego algo a lo que agarrarme. Algún elemento o alguna mecánica que me hiciera pasar por alto el resto de fallos y poder recomendarlo, pero no lo he encontrado. Pero es que además ni siquier ala banda sonora, culpables.
Quizá el análisis ha quedado más negativo de lo que esperaba en un principio, pero lo único positivo que le veo al juego es que es un juego y a mí me gusta probarlo todo, pero eso no es un criterio válido. Mount & Blade no es un desastre pero no hay nada que realmente esté bien implementado. Se me hace difícil pensar que este juego pueda gustar a alguien que no sea fan ya de la saga.
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