El pequeño estudio Enlightened Games, situado en Chicago, se sube al carro de los juegos independientes con The Song of Seven: Chapter One, una preciosa aventura gráfica en la que se nota el esfuerzo y la ilusión en cada uno de los píxeles que lo conforman. Nacido de un Kickstarter, el título no revoluciona el universo de los videojuegos independientes, ni presenta grandes diferencias respecto a otras aventuras gráficas, pero, sin duda, hará pasar un buen rato a todos los amantes del género, aunque sea disfrutando de sus trabajados escenarios.
En el primer capítulo de The Song of Seven comenzamos controlando a Kiba, un tímido personaje con cola y el pelo verde que vive en una pequeña y tranquila aldea llamada Kami. Esta está rodeada por una muralla que nadie ha cruzado en años, por miedo a descubrir qué hay mas allá. Mientras Kiba arregla un agujero en la muralla provocado por una gran tormenta, conocerá a Emma, una chica procedente del mundo exterior que le animará a vivir un poco la vida fuera de esta “prisión”. Este abandonará entonces la seguridad de su aldea para embarcarse en una aventura alrededor de Pria, conociendo inhóspitos rincones y personajes de todos los tipos. Mientras tanto, un oscuro y malvado enemigo se despertará y amenazará este mundo, y solo Kiba podrá impedir su destrucción.
Aventura gráfica sin grandes complicaciones
The Song of Seven es un point & click clásico con algunas variaciones, ya que tendremos que hacer clic para interactuar con los objetos y los personajes pero para movernos usaremos las teclas de dirección. Moverse con las teclas en una aventura gráfica nunca me ha hecho especialmente ilusión, ni siquiera en clásicos como Grim Fandango (que me encanta, pero era un engorro a nivel de cámaras y escenarios estar moviéndose de esta forma). En este título lo llevan medianamente bien y no es un aspecto criticable, pero a nivel personal siempre preferiré un point & click completo en el que haya que hacer clic para dirigir al personaje por la pantalla.
La mecánica es la típica de un título de este género, recoger objetos, combinarlos, utilizarlos, mantener conversaciones con los variopintos personajes repartidos por Pria… La única novedad respecto a otras aventuras gráficas son los “Momentos”, escenas en las que podremos ver qué hacen otros personajes mientras Kiba no está adelante, y así aprender más sobre sus personalidades, preocupaciones y aspiraciones.
La dificultad no es excesivamente alta, combinando puzles excesivamente fáciles con otros en los que habrá que estrujarse un poco más el cerebro, pero nada del otro mundo. Aún así es bastante entretenido, y la historia es lo bastante intrigante para mantenernos pegados durante todo el episodio. El problema es que este tan solo dura dos horas, y al ser un estudio independiente no hay certeza de cuando saldrá el siguiente capítulo, ni si se alcanzará el presupuesto necesario para llevarlo a cabo. Esperemos que sí, porque al finalizar este episodio quedan algunos cabos sueltos y misterios sin resolver…
Escenarios de ensueño
Tengo que decir que me han sorprendido los gráficos de este juego, sobre todo en lo que respecta a escenarios. El uso de los colores, las luces y las sombras está muy logrado, creando como resultado unas localizaciones preciosas. Obviamente no estamos ante Uncharted 4, sobre todo por la diferencia de presupuesto entre una producción y otra, y alguna textura que otra no está tan pulida como debería, pero sin duda esto es uno de los puntos más fuertes del juego.
El diseño de personajes, por otra parte, no me ha parecido para tirar cohetes, ya que los desarrolladores de Enlightened Games no se han esforzado mucho en las animaciones ni en las expresiones faciales de estos. Son todos muy estáticos, no muestran prácticamente emociones y algunos de ellos directamente no tienen ningún tipo de carisma. Además, las animaciones al moverse, caminar o hacer gestos quedan un poco bastas en algunas ocasiones.
Personajes mudos
El juego está acompañado de una bonita banda sonora, muy apropiada para la épica aventura que estamos viviendo. Por este motivo el sonido sería un apartado destacable, si no fuera por la falta de voces. Ningún personaje tiene voz, ni el protagonista ni el resto de personas que se irá encontrando durante su viaje, y las conversaciones se reducen a cajas de texto que tendremos que ir leyendo. Esto no es un incoveniente enorme pero hubiese quedado mejor doblar a estos personajes, aunque es comprensible sabiendo que el estudio tenía un presupuesto muy limitado. Por otro lado, solo está en inglés, lo que tirará para atrás a aquellas personas que no controlen bien el idioma.
En definitiva, The Song of Seven: Chapter One es un título que gustará a todos los fans de las aventuras gráficas, ya que a pesar de tener algunos fallos como las sosas animaciones de los personajes, los controles o la falta de voces en los personajes, suple bien sus carencias ofreciendo una bonita y entretenida historia que nos transportará a los preciosos paisajes del mundo de Pria. Y además es el primero de una serie, por lo que, a pesar de su corta duración, sabemos que aún queda mucha historia por contar.
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